Bautizamos a Zoe, el pasado sábado, en el Battistero de nuestra ciudad, Parma.
La ceremonia fue muy íntima, emotiva, simbólica y sencilla.
Estos son los recuerdos para los invitados que preparé, y lo hice con la ayuda de toda la familia: abuelos, tíos abuelos, tíos, y sentados todos junto a la mesa, se contaban historias del pasado de nuestra familia. Descubrí que mi hija tuvo una tatarabuela comadrona, un tatarabuelo zapatero que emigró a Uruguay, escuchamos historias de cuando la la familia se sentaba después de cenar a oír óperas que echaban por la radio; cuando el abuelo para cortejar a la abuela organizaba teatro invitando a los vecinos; la guerra;un viaje interminables en tren para escapar de los bombardeos en un vagón lleno de carbón; crecer sin un padre...que fácil es todo ahora.
Pues bien, lo que me queda por contar es esto: la cuchara y el cuchillo son de madera de olivo que pedí a estos artesanos que lo hicieran y que inscribieran, con la técnica del pirograbado, el nombre. Lo uní al saquito rosa donde puse 5 peladillas, también rosa y aqui esta el resultado.
Delante de la pila bautismal, en el Battistero.
Aqui estan
y el detalle
El padrino y el empaquetado final.
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